Friday, May 25, 2007

Poemas de Herberto Helder

COMUNICACIÓN ACADÉMICA

Gato durmiendo debajo de un pimentero: gato amarillo hojas verdísimas pimientos rojos: sueño redondo: sombras pequeñas de pimientos rojos en el sueño del gato: hojas sombrías dentro del amarillo: pimientos durmiendo en un gato rojo: verdes redondos en el sueño del pimentero: el amarillo: de la cabeza del gato nacen pimientos verdísimos de sueño: sueño rojo: sombras amarillas en el gato redondo de sueño verdísimo debajo de un pimentero amarillo: la sombra del gato dando hojas redondas soñando amarillo sobre los pimientos: agua: sequedad sombría del gato rojo: el sueño del agua duerme en el pimentero: la sombra de la cal de las paredes secas duerme en el gato de agua amarilla: la cal da pimientos que sueñan en las hojas del gato: el sueño de la cal da sombras redondas en el gato envuelto en el rojo: el agua es una sombra el gato es una hoja el sueño es un pimentero: la cal es lo verdísimo del sueño seco dando sombra en el amarillo: pimentero redondo: pimientos de cal envueltos en el sueño del silencio amarillo: el silencio da gatos que sueñan pimientos que dan sueño en la cal que da sombra en las hojas que dan agua en la sequedad del tiempo rojo: el tiempo se envuelve debajo de la cabeza del pimentero que se envuelve en el gato de cal del sueño amarillo: el sueño de dentro de los pimientos debajo del redondo verdísimo envuelto en el sueño: y duerme el pimentero con las sombras del gato redondo envolviéndose en las hojas: silencio de sueño sueño de tiempo: todo amarillo: noche del pimentero sueño de la cal hojas del gato sueño de las sombras del verdísimo rojo: sequedad de la noche: noche del gato en la noche de la cal con la noche de las hojas dentro de la noche del verdísimo debajo de la noche del sueño delante de la noche del pimentero después la noche del agua conforme la noche debajo con la noche envuelta contra la noche del amarillo desde la noche de las sombras consonante la noche redonda para la noche de dentro durante la noche del rojo detrás de la noche de los tiempos debajo de la noche sin a la frente del con de la noche conforme la noche conforme: la noche de los tiempos: un gato de dentro desapareciendo en un pimentero: pimentero desapareciendo: la cal muriendo en el sueño de las hojas pequeñas: el silencio de todo en el mundo entero:
y caeteramente suyo entero:

herberto helder :

en enero:

mil novecientos sesenta y tres

1963

(De LA MÁQUINA LÍRICA)

EN MARTE APARECE TU CABEZA

En Marte aparece tu cabeza –
yo quería decir. En el lugar donde
desapareció la ventana,
la cabeza de vaca de fuego, aparece
la cabeza. Donde estaba la cortina fría,
de pájaro escuchando.
En Marte, como la ropa bate en el viento
y en la Tierra las herraduras baten
en mi cabello.
Como el fuego dentro de la piedra turquesa,
en Marte aparece tu
cabeza de vaca. Por detrás de la fría cortina –
yo quería decir.

Ahora sé que debo saber, solo.
Las letras de la lluvia locas a espaldas –
escribiendo, escribiendo.
Solo, yo la sé dormir. Con un ramo
de peces y un violín
en medio de los ll, de los mm, de los ii
de la lluvia.
Con mi ramo de violines, yo solo
en medio de la lluvia. Ahora
sé que debo escribir mis peces.
Tu cabeza
aparece en la ventana de Marte en fuego.

El fuego que anda en ti que andas como una
piedra turquesa,
al lado de la fría cortina. Mirando, escuchando
como un pájaro, donde llueve.

Como sólo ahora sé con las letras.

La lluvia te abre, el día bate, la ropa
tropieza con las herraduras
en mi cabello. Y sólo ahora haces
tu gesto con lluvia, en medio de las letras.
Abrete, oh ábrete. En la cortina,
ahora, tu cabeza al lado de los peces –
escuchando, escribiendo,
como sólo ahora yo sé: mi ramo
de violines.
Escucha: el vaso, la catedral, el libro,
el candil.
Yo ahora sé escribiendo de lado el fuego
de la cabeza. Escucha: descascaro
manzanas, como manzanas, las manzanas
en su color al medio – y se juntan
entre sí, y soñarán. Escucha:
lloviendo, escuchando, escribiendo.
La ropa bate en el viento.
Escucha como ahora sólo bate el color
en las manzanas. Tu cabeza, la cortina fría.

Te doy las letras de los peces, escuchando –
sólo ahora, sólo ahora.
Escuchando en ti, abriendo
con tu llave todas tus manzanas
en su color. Sólo ahora
escribiendo yo sé.

(De “PHOTOMATON & VOX”)

(walpurgisnacht)

Yo no duermo, respiro apenas como la raíz sombría
de los astros: raya la laceración sangrienta,
estancada entre el sexo
y la garganta. Yo nunca
duermo,
con la herida de mi propio sueño.
A veces muevo las manos para sostener la luz que salta
de la boca. O la vena negra que irrumpe de esa estrella
salvaje implantada
en medio de la carne, como en el fondo de la noche
el hueco fuerte
de la sangre. La vena que me corta de punta a punta,
que arrastra todo lo oscuro del mundo
hacia la cabeza. A veces muevo los dedos como si las uñas
se alumbraran.
Pero nunca duermo entre mis brazos
pulsando
como grandes carótidas
que alimenten la belleza y rapidez del rostro sobre
músculos cerrados.
En cuanto el sol rompe las membranas
de los espejos: no danzo, no
duermo, no respiro más que la tierra despedazada por las llamas
lunares.
No trabajo tanto como en el verano la sangre
bajo el pelo
inferior
de los animales, la elegancia violenta,
el alimento.
Hay días en que las manos se mueven por sí mismas,
mal tocando en las grietas
el temblor hirsuto de un cometa clavado desde las orillas
a las sábanas. Nunca sé
dónde está la noche: una sala como un párpado negro
separa
la barrera de la luz que soporta la tierra.
- Ahora, la hondura de una
labranza aérea, el trueno, una piedra con mi tamaño
cubierto
de poros, o tendones para unir
archipiélagos límpidos
en la penumbra. Estos,
los oscuros fulcros de la locura.
Alguien debería tocarme para sentir que estoy vivo,
que soy
una estaca atravesada por la sangre, y de ella brotan
por ejemplo: brasas. Esto es una fábrica de demencia:
palabras
donde se maniobra el púrpura, donde
el aroma que mata asciende de jardines construidos
levemente
en la oscuridad. Y una imagen cierra
todo lo que se cierra: cuartos,
días sobre sí mismos, las frutas redondas por fuerza
de la dulzura interna. Cuando las voces
feroces se desbordan, la tierra
se mueve como un músculo encharcado entre la boca
y el corazón que no duerme
nunca. – Y todas mis vísceras son
inocentes.ETC.

Como el centro de la frase es el silencio y el centro de este silencio
es el nacimiento de la frase comienzo a pensar en todo de varios modos –
el modo de la edad que aquí se compara a un mapa roturado
por una cicatriz de oro
o el miedo que se aproxima de nuestra delicadeza
y que tratamos con el poder de nuestra delicadeza –
hemos de entrar en la zoología fabulosa con un talento bastante fabuloso
pues también somos la víctima de nuestra víctima –
y ofrezco a la indagación apenas una frase con huecos
señalando una cabeza escritora
así era – decía la propia cabeza – un queso suizo
al fermentar como Arcturo fermenta en la oscuridad celeste
y apresura los volúmenes y la cualidad de los volúmenes
de la luz –
desde que la atención creó en las cosas su movimiento
las formas quedaron bajo la amenaza de su mismo
movimiento –
lo más extraordinario de los nombres siempre chocó
consigo mismo
con el poder extraordinario de ser dicho –
vagar es siempre muy deprisa y toda la rapidez
es lenta – basta mirar para el paisaje de la escritura ya antes
cuando comienza a abatirse por su peso y el espíritu
de su culpa –
porque una frase trabaja en su culpa como el paisaje
trabaja en su estación –
el mérito de ver quién llega a él primero
al hueco del corazón – ver o ser visto –
al hueco que transpira en medio del oro
si es él el oro o si el oro está de vuelta temblando
como un nudo vivo implantado de lleno en la madera –
y la única meditación moderna es sobre el nudo
absorbiendo la madera toda – una especie de precipitación
convulsa de la materia para su propio abismo –
y sobre la tabla desnuda incorporando cada nudo que queda
a palpitar con la fuerza del tejido entero
de la tabla
y lanzando sobre la tabla su energía escondida
de nudo –
porque en toda la palabra está el silencio de esa palabra
y cada silencio fulgura al centro de la amenaza
de su palabra –
como un hueco dentro de un hueco en el oro dentro del oro

y

cabe también hablar del desafío del espectáculo – el teatro
dentro del teatro –
el travestí shakespeareano en la doble zona de la forma y de la inclinación
para el sentido enigmático –
la niña vestida de muchacho interpretando la función oblicua de niña
ante el muchacho vestido de niña interpretando
la misteriosa verdad corporal de muchacho –
lo que se pide a la escena es apenas el delirio de una cosa exacta
a través de engaños –
porque el vértigo es un acceso a las últimas posibilidades
de equilibrio
entre la verdad que es otra y la otra verdad que es
una verdad de una nueva verdad continuamente –
otra regla del espectáculo es inventar
la forma siguiente del enigma de modo que la frase visible
quede junto al rapto –
empujar el rostro a las tinieblas – o retirar de la danza
los pies y quedar a la luz de una especie de inmovilidad –
el brillo del rostro ya sin el rostro pero con toda la energía
y todo el impulso de un rostro ser el rostro teatral –
porque también la máscara era la abolición de una falsa libertad
del rostro –
y entonces no era el rostro que estaba más
la eternidad de un teorema –
la abdicación de las formas que mueren de sí mismas –
un salto hacia el centro –
y las presencias muy blancas llenan la escena
apenas de blancura
central implantada ciega en el paraje del tiempo –
perder el nexo que liga las cosas porque hay sólo una cosa
dada por indicios –
una centella un soplo un vestigio un llamado una voz –
que la metáfora sea atendida como alusión a la metáfora
de la metáfora
como cada cosa es la metáfora de cada cosa –
y el sistema de los símbolos se represente como el símbolo
posible de un sistema
de símbolos del símbolo que es el mundo –
el mundo apenas como nuestra pasión puesta ante sí –
la pasión de la pasión –
ninguna frase es dueña de sí misma –
y entonces el teatro que representa la frase no es dueño de nada
sino sólo del recurso
de ganar una regla y negar la regla ganada –
así como la voz abdica en el silencio y el silencio
abdica en la voz para decir apenas que es una forma de silencio –
un genio animal inexplicable como una caída en la sombra –
en cuanto las voces son cada vez más astrológicas y bestiales –
y desaparecemos en el silencio llevando con una gran
levedad la llaga entera en la cabeza

1974

(De “CON LA CABEZA ENTRE LAS MANOS”)

Mano: A Mano

El corazón de lleno
en el cuerpo, Un soplo
en el corazón,
Y la carne refluye toda,
Una brazada alta,
Refluye
el remolino al agua áspera,
Ardua madeja de sangre
de mano a mano en lo oscuro, Bajo
la ropa que la luna
exalta,
Escafandrista
que defendiera el remolino de aire
en los pulmones
del remolino del abismo,
O defendiera
el insomnio de la sorda invasión del miedo,
Abrazado a esa bolla,
Toque
levedad bautismal
centro,
Oh sombría natación con un relámpago,
Camisa mojada
hasta las entrañas: secando a la luna entre
agua y pesadilla,
Visto
esa camisa brillando sobre
un hueco un
oscurecimiento,
La transfusión de las imágenes,
Hendido
en medio de los ojos, Por donde penetra la agudeza
del mundo:
y me
transforma, Quien
entierra un diamante y no sabe
que lo entierra
en sí, Y fuera: por la costura
elemental: un párpado
por encima de un
aparejo de la alucinación un
organismo del sueño,
Alguien que se arrojase
como un grito
dentro: y despertara con ese grito
por la boca fuera,
Que fuese
una paja encontrada
en el viento: cuando es por alguien
que el viento se levanta,
Y los dedos ataran
y desataran el sonido
en los orificios – música
herramienta
la pasión,
Que fuera
de trueno a trueno, Cualidad
de la cosa que se nombra,
Y todo me estremece
- El nombre al ocupar una persona
como la luz ocupa el viento,
O la herida llena el recuerdo,
Mantengo
los objetos
las llamas:
la fuerza
de respiración: de carne amarga,
Se piensa que la cabeza es toda
brusca:
la belleza rudimental
por la blancura,
Con una vara de sal
es que tocaron fondo
y me alumbraron
Y me estremezco
de ese dardo: de ese palazo en la cabeza
lleno de sangre y soplo:
y de ese
alumbramiento,
Es un arte en pie ardiendo a la vista,
que se filtra en la materia
acerba
la lumbre, Un oficio:
su maravilla:
me asustan,
Y en la madera
se labren a pulso los genitales: los miembros:
el ombligo
y la garganta,
De la carnicería de las gramáticas
arranco la música
el nombre
el número
Trabajo a raíz del oro
frío, Tan agudo tan agudo,
Si toda la pieza de carne está varada
por una vena inocente:
me vara
la iluminación vocabular
de la memoria,
Movida por lunaciones como la hembra
la masa fermenta
O en el poema
la parte hembra compuesta por la
magnificencia,
Lo que en él se talla
en sonido escrito: órgano,
Mano que revuelves la sustancia primordial,
Barro
fundamento, Que el soplo atienda a la fuerza
respirada
por la carne en poder,
El nudo
coronario de una estrella,
Peso y melancolía
de la riqueza
y del miedo, Y que me lleve Dios a las partes
altas: con su guante súbito
en el abismo
Es a mi nombre que regreso: a la amenaza,
La limpidez
me atraviesa por los poros naturales
ardidos,
Entra un astro
por mi interior:
me hace capaz y baila,
Que toda la noche del mundo te torne humana:
obra

(De Antropofagias)
TEXTO 1

Todo el discurso es apenas el símbolo de una inflexión
de la voz
la insinuación de un gesto una temperatura
a su extraordinario desorden preside un pensamiento
mejor diría “un esfuerzo” no coordinador (en modo alguno)
pero de “moldear” preguntaban ¿“están para crear moldes”?
no señores para eso habría de preexistir un “modelo”
una idea organizada un canon
queremos sugerir cosas como “imagen de respiración”
“imagen de digestión”
“imagen de dilatación”
“imagen de moción”
¿“con las palabras”? preguntaban ellos y debo decir que era
una pregunta peligrosa una alarma colocando para siempre
algo como el confesado amor de las palabras
en el centro
no intentamos crear calabazas con la palabra “calabazas”
no es un sentido propicio del lenguaje
introducimos furtivamente planos a ocasionales
ocupaciones (“des-sintonizar” abierto el camino
para antiguas explicaciones “discursos de discursos de discursos” etc.)
fijemos esa idea de “planos”
podemos admitirlos como “una especie de casas”
o “una especie de campos”
y entonces evidentemente para ser habitados recorridos gastados
¿será que se pretende todavía identificar “lenguaje” y “vida”?
una vez que se designó mano para que la mano fuera
una vez el discurso sugirió la mano para que la mano fuera
una vez el discurso fue la mano
se partía siempre de un entusiasmo arbitrario
era ese el “espíritu” el “destino” del lenguaje
ahora comenzamos a ver las palabras como posibilidades
de respiración digestión dilatación moción
experimentamos la pequeña posibilidad de una inflexión caliente
“¡ellas están andando por sí mismas!” exclama alguien
comienzan a hablar a andar unas con otras
a hablar unas con otras
se lanzan allá afuera a guiñar el ojo a tener inteligencia
por todos lados
sugiriendo oblicuamente que se comunican
a un nuevo universo al cual es posible asistir
“ver”
como se ve lo que comporta una cierta inflexión
de voz
es una especie de cine de las palabras
o una forma de vida temerariamente juvenil
si encajan nos destruirán bajo el título
“los autómatas invaden” pero ¿invaden qué?
La sangre bombeando en la locura,
Del miedo
al modo de escribirlo, Entra
por el papel dentro, Quema
todo – los días que se atreven
en el mundo: las masas de oro:
la médula,
Se entierra de noche un diamante: y la tierra
se mueve, corazón cerrado
fondo, Como si me penetrase un tubo vocalmente
hasta las amígdalas,
Soplo pulmonar vuelto pasión
de música
labilidad
inocencia,
Áspero ligero ardido, Un lento
desenvolvimiento: lo que se escribe
acerbamente puntuado a fuego, La frase
el habla
Ligada por venas pungentes al gran
hueco de la cabeza: a la boca,
A cada poro que al toque ilumina
los tejidos:
dulcemente los objetos: los animales
y la madera, Calcinando
lengua y dedos
hasta las uñas: el pelo como el pelo
en una estrella – sobre la frente, O los brazos que fulguran
como espadas en el tronco,
La punta de las falangetas temblando
Una flema por el cauce vocal,
Crespa canción: el mover de las manos
en torno: y el golpe
cortado de las arterias:
la pesadilla,
Y es tan compacta la malla
de la carne tan
ruda, El flujo que se
desenreda, Como si todo el cuerpo fuera una vena,
Una traquea de donde irrumpiera un sonido
- arduo arduo
y agudo,
Y la boca respirando se volviese
una bolla,
El rostro como una víscera,
Que brillara varada por la sangre: alta
y ríspida: y brillara todavía
cuando el día transparente transpusiera:
puerta
a puerta:
todo, Las manos: la cabeza
entre las manos: la voz
entre trueno y escritura, En las cavernas
del mundo


“Transformase el amante en la cosa amada” con su
sonrisa feroz, los dientes,
las manos que relampaguean en lo oscuro. Trae ruido
y silencio. Trae el sonido de las olas frías
y de las ardientes piedras que están dentro de ellas.
Y cubre ese ruido rudimentario con el asombrado
silencio de su última vida.
El amante se transforma de instante en instante,
y se siente el espíritu inmortal del amor
creando la carne en extremas atmósferas, encima
de todas las cosas muertas.

Transformase el amante. Corre dentro de las formas.
Y la cosa amada es una bahía estanque.
Es el espacio de un candelabro,
la columna vertebral y el espíritu
de las mujeres sentadas.

Transformase en noche extintora.
Porque el amante es todo, y la cosa amada
es una cortina
Donde el viento del amante bate en lo alto de la ventana
abierta. El amante entra
por todas las ventanas abiertas. El golpea, golpea, golpea.
El amante es un martillo que machuca
Que transforma la cosa amada.

Ella entra por los oídos, y después la mujer
que escucha
se queda con aquel grito para siempre en la cabeza
para arder como el primer día del verano. Ella oye
y se va transformando, mientras duerme, en aquel grito
del amante.
Después despierta, y va, y se da al amante.
Le da su grito.
Y el amante y la cosa amada son un único grito
anterior del amor.

Y gritan y golpean. Él la golpea con su espíritu
de amante. Y ella es golpeada, y lo golpea
con su espíritu de amada.
Entonces el mundo se transforma en este ruido áspero
del amor. Mientras encima
el silencio del amante y de la amada alimentan
el imprevisto silencio del mundo
y del amor

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